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16 mayo 2019

Carne ecológica: un sector con un gran potencial de crecimiento

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España ocupa las primeras posiciones del ránking mundial de producción ecológica en determinados cultivos, pero aún tiene mucho camino por recorrer en el sector cárnico. No obstante, las perspectivas de futuro son muy optimistas y las cifras revelan que el crecimiento de la producción de carne ecológica está en pleno desarrollo y muestra un gran potencial de crecimiento gracias al incremento de su demanda.Lo ecológico está de moda. La producción ecológica -también llamada biológica u orgánica- es un sistema de gestión y producción agroalimentaria que combina las mejores prácticas ambientales junto con un elevado nivel de biodiversidad y de preservación de los recursos naturales. Los productores ecológicos se encargan de aplicar normas exigentes sobre bienestar animal para obtener productos a partir de sustancias y procesos naturales.

El director general de la Industria Alimentaria, Jose Miguel Herrero, dio a conocer en marzo de 2019 los resultados del estudio “¿Cómo se comportan los españoles ante los alimentos innovadores?”, que revela que el consumidor más joven (de 25 a 39 años de edad) es el que más se fija y se siente atraído por estos productos.

El informe “El sector ecológico en España 2018” elaborado por la consultora Ecological.bio, especializada en servicios de asesoramiento en el sector de la alimentación y distribución ecológica, coincide en la misma apreciación: los “millennials” se han convertido en el principal consumidor bio nacional.

“Su mayor concienciación hacia hábitos de compra y consumo más saludables, el hecho de ser los nuevos padres de núcleos familias y su previsible mayor renta disponible influirá positivamente en los datos de consumo nacionales”, asegura Diego Roig, CEO de EcoLogical.bio. Y es que por primera vez, España ha entrado en el Top 10 mundial en términos de volumen de mercado interior y crecimiento interanual, propiciado por un importante aumento del número de consumidores y el consumo per cápita nacional. Así las cosas, el sector encara el futuro con perspectivas muy positivas.

VALOR DE LA PRODUCCIÓN

Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el valor de la producción ecológica de origen animal ascendió en 2017 a 345,6 millones de euros (el 18,9% del valor total de la producción ecológica); una cifra prácticamente igual que la del año anterior. En lo relativo a las cabezas de ganado ecológicas, se observaron crecimientos significativos en 2017 respecto a 2016 en los casos de la ganadería bovina de carne ( 3,12%), bovina de leche ( 18,85%) y ovino de leche ( 5,2%); aunque en todos los casos se parte de posiciones muy bajas.

España ya es el primer productor mundial de vino ecológico y el segundo de aceite de oliva y cítricos y también el segundo productor de la Unión Europea de frutas tropicales y subtropicales obtenidas a partir de procesos naturales. Sin embargo, la producción ecológica de origen animal aún tiene camino por recorrer. Si en el año 2013 el valor de la producción en origen animal en España fue del 13,3 por ciento, en 2017 el porcentaje subió por encima de los cinco puntos y medio hasta situarse en el 18,9 por ciento, un avance aún moderado para un sector que, pese a todo, tiene mucho futuro por delante.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, fue claro en la inauguración de la Feria Internacional del sector cárnico, MEAT ATTRACTION celebrada en 2018: “Las grandes cifras del sector constatan el crecimiento de la producción de carne ecológica, que está en pleno desarrollo y muestra un gran potencial de crecimiento gracias al incremento de su demanda”.

Según los datos facilitados por el Ministerio de Agricultura, el ovino fue el sector que más cabezas de ganado ecológico censó en el año 2017, último del que figuran cifras oficiales definitivas. En ese período la ganadería productora de carne ecológica registró 564.000 cabezas de ganado; 385.000 de aves y 197.000 de vacuno. Muy por debajo de estas cifras se sitúan el caprino, con un censo de 38.000, y el porcino, que no llegó a alcanzar las 10.000 cabezas de ganado. Sin embargo, todos los sectores ganaderos registraron una evolución negativa en la producción salvo el vacuno, que experimentó un crecimiento del 3,10 por ciento con respecto al ejercicio anterior.

Un estudio elaborado por la consultora Prodescon para el Ministerio de Agricultura revela que Andalucía es, con mucha diferencia, la comunidad autónoma con mayor número de explotaciones ganaderas de producción ecológica de nuestro país. Las ocho provincias andaluzas acogían en el año 2017 un total de 4.647 explotaciones de ganado ecológico. En tan sólo cuatro años, Andalucía incrementó su censo en más de 1.300 explotaciones, con un crecimiento porcentual superior al 8 por ciento. A gran distancia se encuentra Cataluña, que en el mismo período registró 913 explotaciones ganaderas ecológicas, y Galicia, que tenía censadas ese mismo año 405 explotaciones.

Sin embargo, el mayor crecimiento porcentual experimentado desde el año 2013 lo registra la comunidad autónoma de Extremadura, que incrementó el número de explotaciones un 19,06 por ciento entre ese año y 2017. En ese período (de 2013 a 2017), esta región pasó de tener 149 explotaciones a registrar 291, una cifra que, si bien aún es modesta, pone de manifiesto la importancia que se está concediendo a la producción ecológica en nuestro país.

Junto a Extremadura, la otra comunidad que registró un crecimiento muy por encima del resto fue Galicia. Esta región tenía en el año 2013 tan sólo 212 explotaciones ganaderas ecológicas y en 2017 la cifra era de 405. En el conjunto nacional, en 2017 había un censo de 7.792 explotaciones que reflejan un crecimiento porcentual de casi el 7 por ciento desde el año 2013.

Los datos oficiales del Ministerio de Agricultura reflejan que el censo de cabezas de ganado porcino y el de gallinas para puesta es meramente anecdótico comparado con el de las explotaciones convencionales, pues ni siquiera alcanza el 1 por ciento del total. Sin embargo se aprecia una evolución creciente en lo que respecta al ganado caprino –cuyo censo era de 71.741 cabezas en 2017 que representaban un porcentaje del 2,34 por ciento del total-, del vacuno –con 207.121 reses ecológicas y un 3,20 por ciento del total- y sobre todo en ovino, que alcanza el 3,70 del censo total de la cabaña ganadera con 590.000 cabezas en esa anualidad.

 

CALIDAD EN ORIGEN

El Gobierno se ha propuesto potenciar las 165 razas autóctonas para diferenciar de forma exclusiva sus productos y su valor en la gastronomía española, no sólo para afrontar los compromisos internacionales de nuestro país, sino para poder llevar a cabo la “Estrategia Española de Conservación y uso sostenible de la diversidad biológica”.

La ganadería ecológica respeta el bienestar animal, permite el libre acceso el ganado a los pastos y prohíbe los métodos intensivos de explotación. No está permitido el empleo preventivo de antibióticos y los animales se alimentan con materias primas ecológicas. El resultado es que la carne ecológica aporta más proteína, tiene menos grasa y es más sabrosa y aromática.

Según el estudio elaborado por EcoLogical.bio, los principales motivos que empujan al consumidor a adquirir productos ecológicos son, en primer lugar, la conciencia sobre los beneficios que reporta sobre la salud, ya que consideran que contribuyen a llevar una vida más saludable. El hecho de que empleen prácticas respetuosas con el medio ambiente y su mayor calidad y sabor son otros de los factores que inciden de manera positiva a la hora de cargar la cesta de la compra. Por el contrario, su elevado coste, la dificultad de encontrarlos en muchos establecimientos y la falta de una conciencia clara al respecto son factores que juegan en contra. Los informes que maneja el Ministerio de Agricultura revelan que el 36 por ciento de los consumidores asegura adquirir carne fresca ecológica una vez a la semana, un porcentaje que tiende a ir en aumento.

El comportamiento del mercado de consumo refleja las diferencias aún existentes entre la producción convencional y la bio. En 2017, último año del que se tienen datos definitivos, el volumen de mercado de la producción convencional fue de 102,5 millones de euros, mientras que el de la ecológica fue de 1,9 millones. El crecimiento de mercado de la producción convencional se situó en el 2,86 por ciento con respecto al año anterior, mientras que el de los productos bio creció más de un 16 por ciento, fiel reflejo del auge que está experimentando y de la creciente demanda existente.

Actualmente, el consumo de alimentos ecológicos crece casi 20 veces más que el de aquellos que no lo son. El sector de la producción ecológica se ha desarrollado con rapidez e intensidad en España y configura un importante complejo económico, tecnológico y social diferenciado que forma parte destacada de la estructura básica del sistema agroalimentario español.

Más de 2 millones de hectáreas dedicadas a la producción ecológica en España (el 8,21% de toda la superficie agraria útil), cerca de 38.000 productores agrarios, más de 7.810 establecimientos industriales, más de 1.110 mayoristas, más de 260 importadores y más de 85.000 trabajadores permiten ser optimistas en un sector que refleja un gasto en productos ecológicos en el mercado interior que se sitúa en torno a los 2.000 millones de euros, unas exportaciones próximas a los 900 millones de euros y unas importaciones que ya superan los 770 millones de euros.

Los grandes grupos alimentarios y las principales firmas de la distribución organizada se están incorporando cada vez con más fuerza a la tendencia bio y los expertos del sector consideran que ha llegado el momento de poner en marcha estructuras de vertebración, una interlocución y una representación sectorial. Todos estos indicadores dejan claro que, aunque de forma más lenta que el resto de productos ecológicos, el cárnico es un sector en constante evolución y con unas perspectivas de crecimiento especialmente optimistas, aunque lo importante para mantener la tendencia es continuar avanzando para paliar las deficiencias detectadas.

Isidoro CAMPOS. ÍCARO PRESS